Nuestra inspiración

El Jardín interior es la figura simbólica de ese espacio regalado,  gozoso, cultivado y más íntimo al que se accede y en el que está la esencia de lo que somos. Es el lugar del Ser, de nuestra esencia última.
Sería la cualidad humana más profunda.
Es también lugar de retiro, lugar de llegada después de la peregrinación vital.
Es símbolo también de la propia dedicación y  esfuerzo con las otras dimensiones de la persona. De tal modo que, el trabajo en sí con esas dimensiones (cuerpo, mente-psique, energía vital) es lo que permite el acceso a la belleza del jardín interior.
Es el arquetipo, usado en tantas sabidurías ancestrales, que nos sirve de inspiración para nuestro proyecto.

El punto de partida es la constatación de la pérdida de sentido, la supresión de la vida contemplativa en medio de una sociedad burocratizada, tecnificada, utilitarista, inmediatista… el aumento de los niveles de estrés y ansiedad en un alto porcentaje de personas, la depresión, unos índices de intentos de suicidio cada vez más altos (sobre todo entre los jóvenes), entre otras cosas.
En definitiva estamos convencidos de la necesidad de la vuelta al hogar, de volver a encontrarse con lo más auténtico y consistente de uno/a mismo/a.

Un proyecto accesible a colectivos más vulnerables

En el estudio de indagación antes del desarrollo del proyecto, constatamos la dificultad económica de muchas personas para acceder a este tipo de herramientas tan necesarias para su desarrollo personal y, sobre todo, para la sanación de sus heridas existenciales y su salud mental, psicológica y espiritual.

Los promotores del proyecto venimos de una trayectoria de incursión y acompañamiento a colectivos vulnerables: personas migrantes y refugiadas, personas privadas de libertad, personas en barrios de exclusión social, etc. Queremos mantener nuestra vocación de servicio a estos colectivos haciéndolos accesibles a todos ellos.
Es ahí donde nace nuestro proyecto social Vivarium

Un acercamiento holístico al Ser Humano

Desde ElJaín entendemos el proceso de crecimiento interior del Ser Humano como un proceso holístico, que ha de integrar todos los aspectos de la vida de la persona, así como todas las dimensiones que la componen. Por este motivo, en los acompañamientos y actividades que ofrecemos, tenemos en cuenta el trabajo de todos los elementos que nos componen como humanos/as.

• El cuerpo: es nuestro primer instrumento de contacto con el mundo exterior, con las demás personas, con el medio ambiente, con la sociedad en su conjunto. Sentimos que nuestro cuerpo es como el templo, aquí en esta dimensión espacio-temporal, de lo más sagrado de nuestro SER. Es por eso que es muy importante su cuidado.

• Nuestra psique y emociones: incluye nuestra personalidad, lo que llamamos nuestro carácter, y el compendio de todo aquello a lo que denominamos ego . El ego, de por sí, no es algo negativo, sino que es necesario para nuestro proceso de individuación. Lo que nos hace perdernos es identificarnos con él, reducirnos a ello. En ElJaín, todo este mundo psico-emocional y mental constituye un reto y uno de nuestros principales campos de acción. La terapia individual y grupal se convierten, por tanto, en una de nuestras principales herramientas de trabajo. Se trata de ir observando, todo nuestro mundo mental, emocional, psicológico para conocernos mejor, para comenzar a desanudar todo aquello que quedó en el inconsciente y que afecta a nuestro mundo consciente. Observar, conocernos, detectar de nuestras máscaras y personajes, nuestras grabaciones emocionales, nuestros rasgos aprendidos, nuestras creencias y decretos, en definitiva, aceptar nuestra sombra para llegar a nuestra luz.

• Nuestra energía: La dimensión energética es el ensamblaje de todo lo anterior. Somos energía (nada más que hay que indagar un poco en todos los avances de la física y la mecánica cuántica). Nuestro cuerpo es energía, nuestras emociones son energía y, posiblemente, nuestra energía sea lo que permanezca cuando trascendamos esta dimensión. En ElJaín trabajamos esta dimensión a través del desbloqueo de los nudos energéticos y el trabajo con la energía vital del Universo. Para ello usamos técnicas ancestrales de las tradiciones orientales (Qi Gong o Chi Kum, Reiki, vibración sonora…)

• Nuestra interioridad: Esta es la dimensión de la cualidad humana profunda. Es nuestra esencia. Lo que en un término más conocido se denomina como espiritualidad. Sería, en definitiva, nuestro Jardín interior.

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